jueves, 7 de julio de 2016

TABERNA DEL ARRIERO, A CORUÑA

Hace 2 sábados... tuvimos cena de chicas, siempre intentamos probar sitios diferentes, pero esta vez todos los astros se confabularon para que no pudiesemos ir a ninguno nuevo... Asi que repetimos en uno de los que nunca nos defrauda... La Taberna del Arriero, c/ Capitán Troncoso, 19 (es la calle que está detras del Rialto, en la Plaza de María Pita).

Queriamos probar un poco de todo, asi que pedimos varias raciones para compartir y comenzamos con un clásico para nosotras ... el provolone; presentado en fuente de barro y aderazado con especies, perfecto, no añaden ningún ingrediente que desvirtue el delicioso sabor del provolone.



La otra ración elegida fue una tabla: cecina, pimienos del piquillo ahumados y queso manchego, la cecina estaba sublime, con un punto aceitoso riquisimo.


 El tercer plato era pulpo a la plancha con langostinos, éste fue el que menos nos gustó, además que coincidimos todas en su valoración, el pulpo estaba en su punto, pero no sabia nada a pulpo... si no a langostinos, por lo tanto estaba bueno, pero nos hubiese gustado mas que no tuviese ese sabor tan marcado a langostino.
 

El cuarto y último plato fue la tortilla, aqui la hacen estilo Betanzos, bien hecha por fuera y con el huevo sin cuajar por dentro, si no os gusta asi... mejor no la pidais, mi amiga Rb. no quiso ni probarla, la gastronomia es cuestión de gustos y es dificil que todas coincidamos.



 
No pedimos ninguna ración mas, porque nos queríamos reservar para los postres, ya que los tienen muy ricos y variados.

Yo no me pude resistir a la filloa rellena de dulce de leche, mis amigas eligieron un coulant de chocolate con helado, filloa rellena de chocolate con helado de mandarina, la clasiquísima tarta de la abuela (aquella que nos hacian nuestras madres para los cumpleaños que celebramos de niños en casa, tan sencilla como capas de galleta, chocolate y flan; que grandes recuerdos de nuestra infancia vienen a la memoria al comerla otra vez). Y como mi amiga Vn. no tolera bien ciertos alimentos y no habia ningún postre adecuado, tiramos de otro gran clásico, el Mikolápiz.

  

 

 
 

 

 

Total Fra.: 82,10 € y eramos 5 comensales.

Finalmente y para rematar una gran cena, dimos un paseo por la preciosa Plaza de Maria Pita y tomarnos unos digestivos en el Valentino en la plaza de la Iglesia de San Nicolás.



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